Javier Gallego Ortiz*
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Resumen
Una propuesta para reformar los servicios de inteligencia europeos, o crear uno central que los coordine, no puede añadir un montón de burocracia y ningún resultado. Los servicios de inteligencia no son el escudo o la excusa de ninguna política o de ningún político. En un mercado del mal incesantemente globalizado no necesitamos un torpe paquidermo que nos defienda. La clase de inteligencia que podría ayudarnos a luchar contra nuestros enemigos más pequeños es profesional (esto incluye al director de los servicios), pequeña, rápida y fijada por la ley, porque la ley, y no el político, es el señor de cada hombre y mujer que trabaja allí. Como dijo Cicerón: “Somos esclavos de las leyes para ser libres”.
Palabras clave: Seguridad Europea, Inteligencia Europea, Servicios de inteligencia, Reforma de los servicios de inteligencia.