18 NOVIEMBRE 2024: INICIO DEL CERTIFICADO EN "IA EN LAS CIENCIAS SOCIALES Y JURÍDICAS"
03 Nov 2024
Retrasado el inicio del Certificado en "IA en las Ciencias Sociales y Jurídicas" hasta el día 18 de noviembre con el fin de completar las plazas vacantes. Ese día arrancarán las sesiones pregrabadas. El día 21 comenzarán las sesiones en tiempo real, con la intervención de los ponentes Juan Manuel Fabregat y Lucía Ortiz de Zárate. Fabregat nos sumerge en el lado pragmático de la IA, con los mejores consejos para su uso, y Ortiz de Zárate nos lleva a la cuestión de género y la IA. Un inicio apasionante gracias a ambos. La sesión pregrabada de la letrada Mariola Rodríguez nos lleva a la regulación norteamericana sobre IA. Momento muy apropiado. ¡Feliz inicio de curso!
© Laura López de la Franca López
Universidad Complutense de Madrid
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Jesús María González Barahona, Catedrático del área de Ingeniería Telemática en la Universidad Rey Juan Carlos, impartió el pasado viernes, 2 de diciembre de 2022, una conferencia en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid.
La conferencia se basó en el software libre. En primer lugar, Barahona hizo una pequeña referencia acerca de los derechos de autor, puesto que cuando produces y creas un programa, tienes los derechos sobre ese programa, a través de la licencia. La licencia, explicó el conferenciante, es el permiso que cede al autor el programa, existiendo muchos tipos de licencias, como por ejemplo la BSD o la Creative Commons. El software libre carece de copyright. No tiene por qué ser gratuito, pero el usuario tiene libertad sobre ese programa para usarlo, copiarlo, modificarlo y distribuirlo a su gusto. Eso permite a los millones de desarrolladores del mundo ampliar sus posibilidades y expandir saber y conocimiento.
Barahona recalcó que el software libre es omnipresente en la industria y muy pocos lo entienden, incluso muy pocos le prestan atención. Cuando se libera un software, se da permiso a todo el mundo para usarlo. El autor otorga permiso de uso sin limitaciones en la redistribución, de estudio y modificación y de redistribución de versiones modificadas. Esto último resulta fundamental. También resulta imprescindible la disponibilidad del código fuente. Todas las licencias tienen consecuencias. Si se da el caso, por ejemplo, de que un proyecto no cumpla las funciones que los usuarios piden, puede llegar otro y modificarlo.
En el mundo del software libre, existen dos motivos que explican esta liberalidad. Por un lado, encontramos el motivo ético, al considerar el software un recurso básico de la humanidad, basada la argumentación en que “ (…) las cosas deberían ser así”. Por otro lado, tenemos el motivo práctico, utilizado en primer lugar por las empresas con el objetivo de ganar dinero, basado en que “(…) las cosas funcionan así mejor”.
Las licencias son irrevocables. Se puede disponer de licencia libre y privativa a la vez. La licencia libre se puede distribuir libremente, mientras que la privativa priva al usuario de ciertos derechos en el uso o propósito de uso, acceso al código fuente, modificación, distribución o distribución de modificaciones. Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, las licencias repercuten en el propio modelo de negocio de la empresa.
Según Barahona, el software libre también tiene sus consecuencias, así, la sostenibilidad, siendo un modelo radicalmente distinto con el objetivo de conseguir el suficiente dinero. El modo de sostenibilidad es algo muy importante a la hora de crear un proyecto.
Otra consecuencia es la apertura del software, que puede modificarse, inspeccionarse, estudiarse, distribuirse por medio nuevos canales y nuevos métodos, desarrollarse con modelos “sorprendentes”, el mantenerse y soportarse, siendo una verdadera competencia y seguridad. Para el mantenimiento y el soporte existe mucha competencia en el mercado, puesto que en cualquier momento puede llegar otra persona y modificarlo para conseguir cierta mejoría. En cuanto a la seguridad, la seguridad por trasparecía resulta favorable para todos, según Barahona.
Barahona terminó resaltando la existencia de dos mecanismos que se encuentran trabajando a la vez en el marco del software libre: la competencia y la cooperación. Concluyó el Catedrático atribuyendo al software libre la condición de modelo de transparencia neutro.
PROCESOS PSICOLÓGICOS IMPLICADOS EN LA DESINFORMACIÓN: LA APASIONADA RELACIÓN ENTRE LA EMOCIÓN Y EL ALGORITMO
29 Nov 2022© Laura López de la Franca López
Universidad Complutense de Madrid
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El pasado viernes, 25 de noviembre de 2022, Inmaculada López, psicóloga y profesora de Psicología Diferencial y del Trabajo en la Universidad Complutense de Madrid, impartió en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense, una conferencia acerca de las fakes news y la desinformación.
"Las fake news, los bulos y la información falsa siempre han existido como mecanismo para influir en otros y desestabilizar", comienza explicando Inmaculada López.
En primer lugar, la desinformación es aquella información verificablemente falsa que se crea y divulga para engañar deliberadamente a la población o con fines lucrativos. Este tipo de información puede causar un perjuicio público.
La conferenciante recalcó durante la hora y media cómo la desinformación es una amenaza en todos los sentidos, sobre todo para las democracias puesto que dificulta que los ciudadanos tomen decisiones informadas. La desinformación, además de ser una amenaza, incentiva el conflicto social. Uno de los principales problemas de la desinformación son las redes sociales, ya que se está viendo agravado dicho problema por el rápido crecimiento de estas. Como dato, la ira es la emoción que predomina en las redes. Podemos decir que la ira moviliza; nos resulta más atractivo, por ejemplo, leer en Twitter un comentario de alguien quejándose acerca de algo que leer en Twitter un poema.
En España existen actualmente 25 millones de usuarios en internet, de los cuales el 90% de la población, de entre 16 y 65 años, son víctimas de la desinformación. Podríamos afirmar que las personas hemos cambiado el periódico por las redes sociales. Esto se debe a que 4 billones se personas utilizan actualmente las redes para mantenerse informadas. Las redes sociales se han convertido en la primera fuente de noticias. Según un estudio, solo 3 de cada 10 usuarios de internet son conscientes de cómo les llega cierta información a través de las redes. El resto desconoce la procedencia. La Unión Europea puso en marcha, el 26 de abril de 2018, un Plan contra la desinformación, plan que exponía como amenazas los procesos democráticos y bienes públicos. Para hacer frente a este fenómeno, la Comisión Europea estableció un Plan de Acción para la lucha contra la desinformación, aprobado el 5 de diciembre de 2018.
La conferenciante recuerda que “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio” (Darwin, 1859). A propósito de esta afirmación, señala que las personas constantemente construimos la realidad sin tener todos los datos y esto se debe al instinto de supervivencia. Interpretamos lo que pensamos que vemos sin tener la información suficiente. Inmaculada López explicó cómo interpretamos de acuerdo con lo que pensamos y conocemos a través de las leyes de la Gestalt. Estas leyes son una serie de reglas que explican el origen de las percepciones a partir de estímulos.
Existe un factor importante, según explicaba Inmaculada, y es el atractivo de la desinformación. El primer responsable de hacer atractiva la desinformación es la propia naturaleza y nuestro cerebro. Nuestro cerebro es vulnerable porque es limitado y no tiene acceso a toda la información, lo que se conoce como economía cognitiva. Las personas somos resistentes a reconocer que somos vulnerables y que procesamos la información a través de un cerebro perezoso. La desinformación es considerada un problema de primer orden.
Además de la limitación del cerebro, tenemos que tomar decisiones continuamente. El cerebro toma atajos heurísticos, por lo que tiende a sesgar. Los heurísticos son atajos mentales a los cuales las personas recurrimos para simplificar la solución de problemas cognitivos. Por lo general, cuando hablamos de evolución nos olvidamos de la adaptación de procesos mentales.
Daniel Kahneman, psicólogo israelo-estadounidense, usa la heurística para afirmar que las decisiones no son tan racionales como pensamos, sino que son más emocionales y esto se debe a dos sistemas. Por un lado, está el sistema rápido intuitivo y, por otro lado, el reflexivo y analítico.
Las personas nos quedamos con la información que consideramos relevante. Cuando recibimos información, tendemos a seleccionar en el cerebro la información que consideramos relevante. Inmaculada, con este apunte, hizo pensar a las personas presentes en la conferencia, proponiendo un problema matemático creado por Daniel Kahneman: “Una bola y un bate cuestan 1,10 euros. El bate cuesta un euro más que más que la bola. ¿Cuánto cuesta la bola?” Con este problema, la primera respuesta que se te viene a la mente son 10 céntimos. Lo que distingue este sencillo problema es que evoca una respuesta intuitiva pero incorrecta. Si haces la cuenta podrás comprobar que si la bola costase 10 céntimos, entonces el total sería 1,20 euros (10 céntimos de la bola y 1,10 del bate) y no 1,10 euros. La respuesta correcta por lo tanto sería 5 céntimos.
Antonio Damásio, reconocido neurocientífico y médico neurólogo, afirma que en primer lugar se plantea una decisión y después se forman los escenarios en el cerebro. Antonio Damásio considera que es muy importante que aprendamos a considerar que las emociones y los sentimientos son dos cosas distinta, y que las primeras preceden a las segundas.
Inmaculada nos mostró cómo la información que recibimos puede causarnos varios tipos de efectos. Por un lado, está el efecto de anclaje que es un sesgo cognitivo que describe la tendencia a confiar demasiado en la primera información ofrecida al tomar decisiones, como ocurre con las rebajas. Por otro lado, encontramos el efecto de encuadre, este efecto es un fenómeno psicológico por el cual una misma información presentada de forma distinta da lugar a conclusiones diferentes. También existe el efecto halo, que lo que provoca es un error asociado a personas que no cuentan con datos suficientes y poseen elevada incertidumbre al emitir sus juicios.
Las personas también nos encontramos sesgadas. Así, está el sesgo de autoridad, por el cual las personas se fían firmemente de la información que emite alguien que se encuentra al mando; el sesgo de disponibilidad, en el que una persona estima la probabilidad de ocurrencia de un evento, sobre la base de su experiencia relacionada con un cierto caso de ese evento; y el sesgo de confirmación, por el cual las personas tienden a favorecer, buscar e interpretar la información que confirma las propias creencias dando menos consideración a posibles alternativas.
Por último, la conferenciante destacó que las personas somos animales sociales y es por lo que necesitamos vivir en grupos, grupos que de una manera u otra nos acaban posicionando.
Como conclusión, para evitar la propagación de este tipo de información, además de recurrir a plataformas de fact checking, existen algunas otras vías para poder detectarla. Por ejemplo, comprobar que la URL no es sospechosa y se corresponde con algún medio o plataforma reconocible, leer el resto de la noticia, es decir, no quedarse únicamente con el titular, ya que tenemos que tener en cuenta que los titulares se ponen de manera que la gente haga clic sin pensarlo. Y, por último, aplicar un pensamiento crítico y buscar mas fuentes de información de todo tipo para poder resaltar el contenido que haya llegado.
"El deseo, e incluso podríamos decir que el placer, de que una información confirme mis creencias y me reafirme es muy poderoso. Está relacionado con el sentimiento de identidad y de pertenencia al grupo. Por eso los mecanismos de fact checking son necesarios pero no suficientes”, concluye Inmaculada López.
© Laura López de la Franca López
Universidad Complutense de Madrid
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Yolanda Quintana, periodista, cofundadora y secretaria general de la Plataforma por la Libertad de Información (PLI) y cofundadora y directora de comunicación de Cocampo, impartió, el pasado viernes, 2 de noviembre de 2022, una conferencia en la Facultad de Ingeniería Informática de la Universidad Complutense de Madrid acerca de los nuevos límites a los que se enfrenta la libertad de expresión en internet.
Durante su carrera profesional, Yolanda Quintana se ha dedicado a analizar el impacto de Internet en el activismo y en las organizaciones. Podemos observar su trayectoria en su libro Ciberactivismo: Las nuevas revoluciones de las multitudes conectadas (Catarata, 2012) y en su otro libro Ciberguerra (Catarata, 2016).
El pilar central de la conferencia es que las libertades en internet se encuentran en claro retroceso. El retroceso llega desde diferentes vías, como sería, por ejemplo, hacer humor en redes sociales, con un claro caso como fue el de Cassandra, una chica de 21 años que publicó libremente en la red social Twitter una serie de tuits en los cuales hacía bromas acerca de la muerte de Carrero Blanco. A consecuencia de este acto, la chica de 21 años fue condenada a un año de prisión.
Otros retrocesos que encontramos serían, por ejemplo, criticar a las instituciones en Internet, documentar con el móvil actuaciones policiales, organizar movilizaciones a través de internet o practicar el hacktivismo. El hacktivismo consiste en la realización de actos, normalmente maliciosos, en Internet con el objetivo de promover una serie de ideas políticas, religiosos o sociales.
Yolanda explicó cómo la alteración de webs en modo de protesta queda incluida en los delitos informáticos. También, los ataques puntuales de denegación de servicios. Del mismo modo, desafíos como la regulación de internet en asuntos del tipo de la lucha contra la desinformación y los delitos de odio, la defensa de la competencia y el pluralismo, la transparencia de los algoritmos o la reforma del copyright en Europa están amenazando el entorno digital, que durante décadas se consideraba más descentralizado.
Las nuevas normas aumentan la brecha del copyright, imponiendo ciertos límites, así publicar filtraciones, el derecho al olvido y el derecho a la información, la desinformación y los nuevos ataques o la privacidad y el secreto de las comunicaciones. Estos límites traen consigo una serie de prácticas de publicidad invasivas. En cuanto al derecho al olvido, Yolanda afirmó que las personas acusadas de corrupción tienen defensa legal y digital. Uno de los elementos para expresarse es asegurarse de que se está protegido, es decir, que no haya rastreo, pero cada vez hay más rastreadores y sus comunicaciones se encuentran menos protegidas. La Ley Orgánica 3/2018 se encarga de que nuestra actividad digital se encuentre dentro de unas garantías procesales y que exista regulación en las medidas de investigación tecnológica.
La conferenciante ha explicado cuáles son las amenazas y cómo se puede actuar frente a ellas, teniendo en consideración que internet ha sido una amenaza y las primeras amenazas fueron administrativas.
Como había dicho al principio, Yolanda Quintana es la cofundadora y secretaria general de la Plataforma por la Libertad de Información (PLI). Esta plataforma es una organización independiente dedicada a la defensa de la libertad de expresión y del derecho a la información. La plataforma se dedica a denunciar y frenar cualquier ataque contra los mismos. Formada por medios de comunicación, organizaciones de periodistas, organizaciones de abogados y organizaciones sociales y universales, la PLI se ha convertido en una referencia en cuanto a las denuncias de las vulneraciones contra la libertad de expresión e información en España. La conferenciante afirmaba Lo que termina afectando a nuestras decisiones es lo que llega al BOE.
Desde PLI defienden los derechos digitales haciendo visibles las amenazas a través de informes con el principal objetivo de intentar influir en el Parlamento Europeo. La plataforma maneja una serie de herramientas para monitorizar los ataques a la libertad de expresión, se posicionan en la movilización social, es decir, realizan un posicionamiento estratégico. PLI hace alegaciones ante un Decreto Ley, es decir, a través de una norma con rango de ley, de carácter provisional, dictada por el Gobierno cuando concurre una circunstancia de extraordinaria y urgente necesidad. Yolanda marcó las diferencias entre Decreto Ley, Ley Orgánica y Ley ordinaria para poder entender el frente de actuación.
Internet ha supuesto nuevas posibilidades para el activismo y la comunicación sociopolítica, un mayor control y escrutinio de poderes puesto que antes únicamente está en mano de los periodistas. La tecnología ha permitido nuevas formas de organización, un nuevo ecosistema informativo y nuevas formas de movilización social.
Yolanda nos presentó la Digital Services Act (Norma de Servicios Digitales), un nuevo cambio de paradigma que afronta una serie de retos que se han resuelto a través de normas. La DSA tiene como objetivo crear un espacio digital seguro donde los derechos fundamentales de los usuarios se encuentren protegidos. El 16 de noviembre de 2022, los grandes oligopolios de Internet están obligados a presentar técnicas de MODERACIÓN (control) de sus contenidos. La Norma de Servicios Digitales será directamente aplicable en toda la Unión Europea a partir del 1 de enero de 2024 por tratarse de un Reglamento.
El primer reto es el propio cambio del paradigma. El segundo reto es luchar contra el copyright y el tercero es luchar contra la desinformación. Un gran poder conlleva una gran responsabilidad repitió Yolanda en varias ocasiones. Los nuevos límites de copyright suponen también un cambio en el paradigma, en la clasificación de los prestadores de servicios de intermediación como proveedores de los contenidos aportados por sus usuarios. La desinformación es una de las mayores preocupaciones de los países democráticos, puesto que detrás de la desinformación se encuentran, en numerosas ocasiones, estrategias para manipular a la opinión pública y erosionar la estabilidad de las instituciones y de los Estados. La lucha contra la desinformación trajo consigo la elaboración de un Plan de Acción con el objetivo principal del desarrollo de capacidades en el seno de la Unión y fortalecer la cooperación entre sus Estados miembros. El Plan de Acción, además, incluye una serie de medidas para hacer frente a la desinformación durante ciertos procesos.
La DSA tiene un fin legítimo, persigue el principio de legalidad a través de normas claras y concisas y el principio de recuperar la libertad de expresión. La conferenciante puso como ejemplo lo ocurrido con los dos jóvenes titiriteros que exhibieron en 2016 una pancarta en la que se podía leer “Gora Alka- ETA” durante una función infantil en una plaza de Madrid. Los dos jóvenes pasaron su primera noche en prisión, seguidamente el juez les imputó el delito por enaltecer el terrorismo.
Digital Services Act no impone una obligación general de control y supervisión de los contenidos. Recoge peticiones que la LPI viene planteando en lo relativo a la MODERACIÓN y retirada de contenido por parte de las plataformas como, por ejemplo, que se les impongan obligaciones de transparencia o la existencia de cauces sencillos y accesibles para que los usuarios tengan la posibilidad de reclamar. Las plataformas por muy privadas que sean, están obligadas a seguir estos cauces aclaraba Yolanda.
La conferenciante nos comentó cómo la DSA prevé que las grandes plataformas evalúen los riesgos sistémicos que genera el mal uso de las mismas. Una vez identificados estos riesgos, las plataformas deben tomar las medidas necesarias para mitigarlos.
© Laura López de la Franca López
Universidad Complutense de Madrid
El pasado viernes, 21 de octubre, Andoni Alonso, especialista en el filósofo analítico L. Wittgenstein, ofreció una conferencia acerca de “Luddismo” en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid. Andoni, partidario del trabajo colectivo, reivindica un luddismo sofisticado.
El conferenciante, mostrándose como un filósofo de la tecnología o mejor dicho un crítico de ella, comenzó hablando sobre Leonardo Da Vinci, sacando su lado como ingeniero, con el objetivo de mostrar cómo diseñaba con errores evidentes para el entendimiento de los demás, siendo uno de los primeros ludditas.
“La tecnología forma parte de nuestra cultura radical” afirmaba Andoni Alonso. El filósofo mostró que cuanto más peso cobraba la tecnología, el malestar en las personas era mayor. Por ello aplica la ética, en el sentido de reivindicar la capacidad de acción humana, siendo la tecnología también un acto de acción. A principios del siglo XIX, los trabajadores y trabajadoras vieron peligrar sus condiciones laborales debido al uso masivo de las máquinas en tareas, por ejemplo, agrícolas. Este uso masivo de máquinas hizo que las jornadas laborales fueran más duraderas y costosas, provocando una reducción en la demanda de mano de obra y, como consecuencia, salarios inferiores. Los trabajadores y trabajadoras entraron en acción, destruyeron la maquinaria de las fábricas, lo que conocemos como movimiento luddita. La rebelión de los ludditas implantó el pánico en las grandes empresas y terratenientes, ya que contemplaban el movimiento como un verdadero peligro tanto para sus empresas como para sus beneficios. “Había más ejército persiguiendo a los ludditas que a Napoleón”, añadió Andoni.
Andoni Alonso comentaba que el desarrollo tecnológico estaba basado en la fe, en un progreso sin cuestiones, es decir, esperanza en el progreso. Karl Marx, padre de la economía política, decía que los ludditas luchan contra el progreso, progreso que solo producía riqueza. Los ludditas sospechaban que esa evolución no era lo que les habían contado. Desde el punto de vista político, según Snow, el movimiento partía de 2 culturas, la humanística y la científica, donde los humanistas no recibían el mismo reconocimiento que los demás, tachados de ludditas natos.
El movimiento tuvo además adhesiones en el Parlamento, entre ellos, Lord Byron. Lord Byron dio un discurso en la Cámara de los Lores, en 1812, donde argumentó contra un presupuesto destinado a convertir los asaltos a las fábricas en un crimen penado con la muerte, lo que se denominó como movimiento popular.
El luddismo ilustrado defendía que el sabotaje merecía la pena, ya que el sabotaje defendía al luddismo. El filósofo francés Bernard Stiegler se dedicó a pensar y actuar en el cruce entre técnica, filosofía y política mientras se encontraba en prisión. Este filósofo, intentaba ver el aspecto crucial de la tecnología.
Andoni Alonso habló acerca del concepto de software libre, puesto que es importarte por lo que llegó a implicar. Supuso un trabajo comunitario, basado en compartir, en el que una red de personas trabajaban en libertad para poder decidir en conjunto, yendo de la mano de las telecomunicaciones. “Todas las telecomunicaciones son aparatos nemotécnicos” añadió el conferenciante.
En la conferencia se habló también de marketing, conduciéndolo hacia el camino de los deseos. Nuestra individualidad nace a raíz de un contexto social, por lo tanto, hablamos de transindividualización, un sistema de control y fuerza. Un sobrino de Freud decía: “La gente no sabe lo que quiere, por lo tanto, hay que meterle consumo, marketing”. En consecuencia, podríamos decir que, en parte, internet se ha convertido en control absoluto. Tenemos el ejemplo más reciente, el COVID-19. Internet ha conseguido que los individuos sean vulnerables, aislados, individuos controlados, tal y como estaba pasando con los trabajadores y las máquinas.
Los ludditas habían llegado incluso a ser vistos como los contrarrevolucionarios de la “Revolución Industrial”. Idea de una revolución tecnológico-social en la que se oponían tanto política como reaccionariamente al capitalismo. Las máquinas que provocaron los primeros desastres ludditas han dejado a la población en la calle durante varios siglos. Una relación amor/odio entre humano y máquina.
PROPAGANDA Y DESINFORMACIÓN DE RUSIA EN INTERNET (Manuela Torres Miranda, UCM)
06 Jul 2022
Resumen
La propaganda siempre ha sido un método eficaz para establecer una opinión común entre los ciudadanos de un país. Entre los países que aún hoy en día la usan se encuentra Rusia, país que es actualmente noticia debido a su invasión de Ucrania.
Summary
Propaganda has always been an effective method of establishing a common opinion amidst a country's citizens. Among the countries that still use it today is Russia, a country that is currently in the news due to its invasion of Ukraine.
Palabras clave: Rusia. Propaganda. Fake news. Trolls. Bots, Ucrania.
Keywords: Russia. Propaganda. Fake news. Trolls. Bots. Ukraine.
La propaganda ha sido un método muy utilizado para conseguir transmitir una información que, en prácticamente todas las ocasiones, ha sido modificada para satisfacer los objetivos de quien la usa.
Existen muchos tipos de propaganda, como puede ser la religiosa (destinada a expandir y afianzar una determinada creencia), social (usada para intentar cambiar los hábitos de una comunidad con respecto a un tema), política (para generar opiniones positivas hacia un determinado partido político) o de guerra (que sirve para generar confianza en las tropas del país que emite la propaganda y desconfianza en los enemigos).
Actualmente, el uso de la propaganda sigue siendo muy común y su influencia ha aumentado gracias a la aparición de Internet y las redes sociales. Uno de los países que hoy en día está en boca de todos es Rusia, país que ha sido partícipe en diversos conflictos a lo largo de los años y que actualmente se encuentra en guerra porque ha invadido Ucrania. El uso continuado de la propaganda ha sido un pilar fundamental para mantener la posición de potencia mundial que todavía conserva.
Rusia es percibida como una amenaza tanto por su posesión de armamento muy potente, así, armas nucleares, como por el gran poder que ejerce en el ámbito político mundial (un ejemplo sería el control que tiene sobre varios países en cuanto a las políticas de exportación de materias primas y gas). No es de extrañar que su plan de propaganda suponga también un peligro para entidades internacionales como, por ejemplo, Global Engagement Center (GEC), que se dedica a exponer y contrarrestar las amenazas que suponen las tácticas de desinformación provocadas por los medios tanto tradicionales como tecnológicos usados por el Kremlin.
Las campañas de propaganda usadas por Rusia se pueden dividir en dos áreas de influencia: la primera sería el llamado “extranjero cercano”, es decir, los países que se encuentran cerca de Rusia y cuya posición supone también cierta similitud en varios aspectos sociales e históricos. Entre los países que forman dicha área se encuentran Ucrania, Bielorrusia, Letonia, Lituania, Estonia, Kazajstán, Armenia y Azerbaiyán, entre otros. Los temas que se suelen usar para la propaganda dirigida a los países fronterizos apelan al pasado histórico de los Estados postsoviéticos, como, por ejemplo, la pérdida de su estatus de superpotencia, los valores conservadores tradicionales (como la familia y la ortodoxia) y el miedo a las revoluciones y protestas violentas. De esta forma, la población tiende a prestar más atención a la información que se le proporciona, provocando que terminen creyéndola sin cuestionar los objetivos que esconden. Así pues, lo que el Kremlin busca es que toda la población tanto rusa como la que se identifique con el mensaje ruso presione a sus gobiernos y promueva disturbios en esos países.
Por otro lado, está la propaganda distribuida de forma global o al “extranjero lejano”. A través de sus medios de comunicación, como la agencia de noticias Sputnik, se encarga de hacer llegar su propaganda (controlada por el Estado) vía radio, televisión e internet a diferentes partes del mundo debido a que envía el mismo mensaje en diferentes idiomas. El objetivo principal es influir en todos los países (tanto cercanos como occidentales) en diferentes ámbitos como por ejemplo el económico (planteando el fracaso de las economías capitalistas), político (haciendo que los líderes democráticos pierdan la confianza de los ciudadanos) o el social (sacando a la luz temas como la brutalidad policial, tensiones raciales o malas conductas de los gobiernos).
Los métodos usados por Rusia para hacer llegar su propaganda se han ido modernizando con el paso del tiempo. Actualmente, el uso de redes sociales como Facebook o Twitter es el predominante, utilizando campañas y hashtags falsos.
Durante la actual invasión a Ucrania, Rusia ha optado por realizar un plan totalmente diferente: cortar el acceso a ambas redes sociales. Esto se debe a su percepción de que la información que en esas redes sociales se puede encontrar sobre la tan internacionalmente condenada invasión puede provocar que la opinión que ha implantado sobre la población rusa de que dicha invasión es justa y necesaria acabe cambiando, lo que provocaría un problema interno en el país. Sin embargo, este sistema va en contra de los derechos humanos de todos los ciudadanos rusos, en concreto, de la libertad de información. Este derecho se recoge en el artículo 19 de la Declaración de Derechos Humanos y consiste en que todo ser humano tiene el derecho de recibir, difundir e investigar cualquier tipo de información sin limitación y por cualquier medio. Aunque si hablamos de la violación de derechos, también cabe mencionar que esta invasión supone también ir en contra del Derecho Internacional Humanitario, derecho por el que se limitan tanto los conflictos armados como las armas usadas para la guerra y se protege a aquellas personas que no participan en la guerra. Todo esto no se cumple, puesto que, por una parte, varias noticias e imágenes provenientes de Ucrania nos muestran el elevado número de civiles que han resultado ser víctimas mortales. Por otra parte, Rusia también está usando diferentes tipos de armas en este conflicto, incluso aquellas que no ha usado antes (como los misiles hipersónicos Kinzhal), demostrando que no existe un control.
Volviendo al tema del uso de las redes para transmitir propaganda, sus comienzos mediante ciberataques a bancos y entidades gubernamentales del anteriormente nombrado “extranjero cercano” fueron provocados por “hackers patrióticos”. Además, se hicieron encuestas a ciudadanos de otros países en temas como el ISIS para luego publicar noticias sobre que un determinado porcentaje de la población lo apoya, siendo estas noticias las denominadas fake news, tema al que en el ámbito europeo se le está dando cada vez más importancia por el peligro que supone sobre la formación de la opinión pública.
En las redes sociales, el Kremlin hace uso de trolls (personas que inician conflictos en las redes) y bots (cuentas automatizadas administradas por un algoritmo) para crear contenidos falsos, engañosos o afines a las ideas del gobierno ruso. Sin embargo, este tipo de métodos acaban coartando el derecho a la libertad de expresión (otro de los derechos humanos recogidos en el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos) de los ciudadanos rusos por medio del miedo infundado a través de trolls agresivos. Un ejemplo de esto lo encontramos en el caso de Jessikka Aro, periodista finlandesa que habló sobre cómo los trolls agresivos provocaron que sus entrevistados dejaran de hacer comentarios relacionados con Rusia en las redes sociales, coartando así, como se ha anticipado, su libertad de expresión.
En definitiva, podemos comprobar que el uso de la propaganda que lleva a cabo Rusia actualmente de una manera más intensa debido a su actuación sobre Ucrania, puede derivar, si es que al final consigue lo que pretende, en un influjo negativo en otros países que quieran seguir su mismo ejemplo.
Bibliografía:
- Helmus, Todd C. & alter (2018). “Russian Social Media Influence. Understanding Russian propaganda in Eastern Europe”. RAND Corporation. https://www.rand.org/pubs/research_reports/RR2237.html (consultado el 5 de julio de 2022).
Documentación:
- Global Engagement Center (GEC). Departamento de Estado de los Estados Unidos. (2020). “Informe Especial del GEC: Pilares del Ecosistema de Desinformación y Propaganda de Rusia”. https://www.state.gov/wp-content/uploads/2020/08/Pilares-del-Ecosistema-de-Desinformacioi%CC%80n-y-Propaganda-de-Rusia.pdf (consultado el 5 de julio de 2022).
Legislación:
- Declaración de los Derechos Humanos. Artículo 19 del 10 de diciembre de 1948 https://www.derechoshumanos.net/normativa/normas/1948-DeclaracionUniversal.htm#A19 (consultado el 5 de julio de 2022).
Desde la Edad de Piedra hasta nuestros días el ser humano ha tratado de expresar su lugar en el mundo a través de diferentes sistemas, ya sea el arte rupestre en una caverna o un tuit en una red social. Nunca antes en la historia la necesidad de compartir había sido tan grande, quizá por los medios, por la tendencia global o por la necesidad de dejar una huella, aunque sea online, en nuestro paso por la humanidad. Este Big Bang de información plantea no pocas dudas sobre la ética aplicable a las libertades individuales o las colectivas con relación a la libertad de expresión, la protección de datos o el uso de unos y otros. Nuestra información está sufriendo un liberalismo feroz, pudiendo ser vendida al mejor postor, como si de cualquier producto de manufactura se tratase. Detrás de cada clic que hacemos a lo largo del día hay alguien que lo almacena, lo clasifica y lo vende. Si establecemos relaciones entre millones y millones de clics, sacando conclusiones de los mismos, en una tarea que se denomina clustering, entonces nos encontramos ante una minería de datos cuyo valor es tan incalculable que nuestros legisladores aún no saben cómo afrontar este problema.
El debate del valor entre las mil palabras o una imagen ha dado paso a si cualquiera de los dos es compartido o no; si no ha sido compartido, nunca ha existido. Ante el miedo de no existir, la humanidad comenzó a compartir. Con la aparición de la Web 2.0 aparecieron los primeros Groupware, como podría ser Wikipedia, y no mucho más tarde llegaron las redes sociales, en 2004, con el nacimiento de Facebook. Nuestros datos pasaron a agruparse y almacenarse, en lo que se conoce como streams. Un mundo que no podemos tocar, repleto de esos streams, que van desde la consulta de información en Google, la compra de un libro en Amazon o el pago con tarjeta en una gasolinera. Detrás de todos esos datos hay un equipo de minería formado por matemáticos, programadores, psicólogos, sociólogos y un sinfín de profesionales con el propósito de encontrar la aguja en el pajar.
En 2017, entre las cinco empresas con mayor cotización en bolsa1, cuatro de ellas se dedicaban a Tecnología de la información, entre las que se encuentran Facebook o Alphabet (Google). Según Forbes2 Mark Zuckerberg, fundador de Facebook, posee una fortuna en octubre de 2019 de sesenta y dos billones de dólares. Es imposible no cuestionarse qué es exactamente lo que vende una plataforma que permite conectar a una persona con sus amigos y otras personas relacionadas con su entorno (Zuckerberg, 2004)3 para alcanzar esas cifras. La respuesta es sencilla: diamantes.
El Reglamento General de Protección de Datos (Reglamento UE 2016/679) y la Ley Orgánica española 3/2018, de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales establece que todo individuo es titular de los datos que le conciernen y le afectan personalmente. Podría parecer entonces contradictorio que alguien use nuestros datos contra nuestra voluntad, teniendo una ley que nos protege, pero no es cuestión de protección, sino de tamaño de letra y de cultura. El usuario de estas plataformas puede exigir, amparado en la ley, que sus datos no sean almacenados, pero deberá hacerlo mediante carta escrita dirigida a la sede de la misma. Por tanto, debido al tiempo, gasto y cultura que ello conlleva estamos en manos de la ética y no la de la legalidad. Porque, al fin y al cabo, lo peligroso es el uso que se haga de los datos, no los datos en sí, sino la interpretación e intencionalidad con los mismos.
Los mismos datos que pueden servir para un mejor uso de la medicina, diferenciando características raciales o sexuales, pueden ser por otra parte discriminatorios. Si esas mismas características raciales se aplican a que dependiendo de la raza se establezca un tipo de interés u otro a la hora de pedir un crédito por las conclusiones e interpretación de esta minería de datos nos encontraríamos con hechos gravísimos ante los cuales los Estados tienen difícil legislar.
Los peligros que acarrea esta minería de datos son aún desconocidos. En 2008, durante la campaña electoral, Barack Obama compró información acerca de las inquietudes y miedos de los votantes indecisos para dirigir su discurso hacia ellos (Baker, 2009).4 Por tanto, no se trata tanto de una legislación sobre la protección de datos, cuanto del uso de los mismos.
No quiere decirse con esto que la seguridad se convierta en un pretexto para imponer vigilancia y recortar libertades, sino que se necesitará de una profunda regulación para proteger los derechos e identidad de los individuos sin llegar a convertirse en una sociedad de la vigilancia que pueda coartar otras libertades civiles.
1.BBC News Mundo. (2017). Las 10 empresas más valiosas del mundo (y cuáles son las 5 que lideran en América Latina). [online] Disponible en: https://www.bbc.com/mundo/noticias-42327754 [Consultado: 22 Nov. 2019]
2.Forbes (2019). Forbes [online] Disponible en: https://www.forbes.com/ [Consultado: 22 Nov. 2019
3.Baiget, T. and Guallar, J. (2010). Anuario ThinkEPI 2010. 4th ed. Madrid: EPI - El Profesional de la Información, pp.3320-324
4.Baker, S (2009). What data crunchers did for Obama. Business week. Disponible en: http://businessweek.com/technology/content/jan2009/ tc20090123_026100.html [Consultado: 22 Nov. 2019].
Al realizar una investigación sobre la transparencia, puede tropezarse uno con los llamados PRINCIPIOS GLOBALES SOBRE SEGURIDAD NACIONAL Y DERECHO A LA INFORMACIÓN, también conocidos con el nombre de “Principios de Tshwane” en referencia al lugar de Sudáfrica en que se celebró el encuentro de unos 500 expertos de más de 70 países que trabajaron y publicaron este documento de 50 principios que deberían inspirar las normas sobre derecho de acceso a información pública y sobre el límite o excepción de la “seguridad nacional”.
Los Principios de Tshwane tienen como destinatarias sociedades democráticas y participativas. Es posible reconocer muchos de esos principios en la mayoría de las más de 95 normas sobre transparencia que existen en todo el mundo. Uno de esos principios hace referencia a una cuestión que también ha sido recogida por la Ley española de Transparencia, Acceso a la Información y Buen Gobierno. Se trata, en el caso de este documento, del principio número 18 titulado “Deber de confirmar o de denegar” y desarrolla la Doctrina Glomar, de la que pueden encontrarse referencias amplias en algunos sitios web y también en el capítulo relativo a la excepción de relaciones internacionales en la obra sobre la Ley española de Transparencia coordinada por el catedrático español Antonio Troncoso.
Es este un supuesto excepcional en el que una autoridad entiende clasificada la existencia misma de la información y, por lo tanto, no puede ni confirmar ni denegar su existencia. Ese rechazo a confirmar o denegar la existencia de la información, como respuesta a una solicitud de información pública, debe apoyarse en la prueba de que la simple confirmación o denegación de su existencia supondría un riesgo grave relacionado con una categoría de informaciones particular que, de conformidad con una norma nacional, exigiría un tratamiento excepcional.
En términos generales, los bienes intangibles tienen hoy un valor muy elevado en cualquier empresa, sea ésta una productora audiovisual, sea una corporación de cualquier sector, sea una institución pública o privada. Entre ellos se encuentran las marcas. La Ley de Marcas española ha sido modificada recientemente (2019). Uno de los aspectos alcanzados por la reforma ha sido la llamada marca notoria, desde enero de 2019, marca renombrada.
Un caso que permite entender el interés de la marca renombrada en Internet es el que ha afectado al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. En un arbitraje del Centro de Mediación y Arbitraje de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, la sra. Redondo Aguilera subrayó que “En el mundo virtual, no se discute que los “contenidos” protegidos bajo Derecho de Autor son materia prima privilegiada para el comercio electrónico y elemento básico para el desarrollo de la “Nueva Economía”. En tal contexto, razona la sra. árbitro, el nombre de un autor deviene marca que distingue ante el público sus obras y les transmite el prestigio adquirido por el autor como consecuencia de sus obras anteriores. Al no haber registro [como marca] del nombre [del autor literario] “(…) ese nombre o seudónimo deberá recibir el tratamiento de una marca de hecho.”
Así, como ocurre en otros supuestos ventilados por esta Institución (caso OMPI Rosa Montero Gallo vs. Galileo Asesores, D2000-1649), se confirma la protección de las marcas notorias o renombradas, también en el ámbito electrónico, pese a que sus titulares legítimos no hayan tenido la prudencia de inscribir su nombre como marca. Conviene aclarar esta cuestión pues, como es sabido, el principio general es que la inscripción de la marca tiene carácter constitutivo, es decir, la marca nace por su feliz inscripción en la Oficina de Patentes y Marcas. En consecuencia, aceptar la protección de una marca no inscrita, pero notoria, es, más bien, una excepción al principio general.
Finalmente, la sra. árbitro realiza una reflexión acerca del nombre como identificador de origen (paternidad de la obra), como medio de identificación comercial (las obras de un autor famoso se comercializan fácilmente) y como elemento de distinción (el nombre del autor es especial y notorio).
Una de las cuestiones que más me ha preocupado en los últimos tiempos es cómo llegar a un estudiantado para el que el Derecho no es su primera preocupación y que, además, parece incapaz de escuchar una lección magistral de la misma forma que lo hacíamos hace 20 ó 30 años quienes ahora somos docentes. Al consultar diversas páginas web, descubrí que otros docentes estaban practicando estrategias de gamificación. Profundicé un poco más y resolví encontrar mi propio camino: las "medallas", primero, y las pelucas, después. De las pelucas he pasado al teatro. Los tres recursos han resultado estimuladores para los alumnos. Los que yo recibo son grupos de 4º curso y también alumnos de posgrado. Hay una diferencia evidentísima entre los alumnos de Grado y los de Posgrado; estrategias que puedo emplear con los alumnos de Posgrado, como pueden ser los casos prácticos, no resultan tan bien con los alumnos de Grado.
Las "medallas", en cambio, no fallan. Son pequeñas fichas de cartulina con el dibujo de una medalla azul y con el dibujo de una medalla roja. Entrego una "medalla" azul a todos los estudiantes que intervienen en clase para formular preguntas o dar sus opiniones, algo que muy difícilmente sucede, en circunstancias normales, en los grupos de Ciencias de la Información, por extraño que parezca, a los que enseño. Cuando el alumno reúne cinco medallas azules, las canjea por una roja.
Al finalizar el cuatrimestre, el alumno que más reúne obtiene 1 punto extra que se suma a su aprobado. Este punto es muy relevante pues puede suponer el salto del aprobado al notable o del notable al sobresaliente. Este alumno marca además la proporción de nota que va a recibir cada alumno con medallas. Al principio, los estudiantes miran el método como algo para niños en lo que no quieren entrar, pero pronto entienden su importancia y conveniencia y juegan con desparpajo y alegría.
He utilizado este método con los estudiantes de Derecho, en la Universidad de Florencia, con ocasión de una estancia Erasmus, en este mismo año (2019) y la catedrático que me acompañaba en clase me pidió la plantilla de las medallas porque ha decidido implantarlas también. Aquí, en mi Facultad, otro profesor de mi Departamento me las pidió a comienzo de curso y ayer, en la comida de Navidad, me decía que ha funcionado de maravilla.
Dejo para otro día la cuestión de las pelucas de magistrado........