© Laura López de la Franca López
Universidad Complutense de Madrid
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Jesús María González Barahona, Catedrático del área de Ingeniería Telemática en la Universidad Rey Juan Carlos, impartió el pasado viernes, 2 de diciembre de 2022, una conferencia en la Facultad de Informática de la Universidad Complutense de Madrid.
La conferencia se basó en el software libre. En primer lugar, Barahona hizo una pequeña referencia acerca de los derechos de autor, puesto que cuando produces y creas un programa, tienes los derechos sobre ese programa, a través de la licencia. La licencia, explicó el conferenciante, es el permiso que cede al autor el programa, existiendo muchos tipos de licencias, como por ejemplo la BSD o la Creative Commons. El software libre carece de copyright. No tiene por qué ser gratuito, pero el usuario tiene libertad sobre ese programa para usarlo, copiarlo, modificarlo y distribuirlo a su gusto. Eso permite a los millones de desarrolladores del mundo ampliar sus posibilidades y expandir saber y conocimiento.
Barahona recalcó que el software libre es omnipresente en la industria y muy pocos lo entienden, incluso muy pocos le prestan atención. Cuando se libera un software, se da permiso a todo el mundo para usarlo. El autor otorga permiso de uso sin limitaciones en la redistribución, de estudio y modificación y de redistribución de versiones modificadas. Esto último resulta fundamental. También resulta imprescindible la disponibilidad del código fuente. Todas las licencias tienen consecuencias. Si se da el caso, por ejemplo, de que un proyecto no cumpla las funciones que los usuarios piden, puede llegar otro y modificarlo.
En el mundo del software libre, existen dos motivos que explican esta liberalidad. Por un lado, encontramos el motivo ético, al considerar el software un recurso básico de la humanidad, basada la argumentación en que “ (…) las cosas deberían ser así”. Por otro lado, tenemos el motivo práctico, utilizado en primer lugar por las empresas con el objetivo de ganar dinero, basado en que “(…) las cosas funcionan así mejor”.
Las licencias son irrevocables. Se puede disponer de licencia libre y privativa a la vez. La licencia libre se puede distribuir libremente, mientras que la privativa priva al usuario de ciertos derechos en el uso o propósito de uso, acceso al código fuente, modificación, distribución o distribución de modificaciones. Hay que tener en cuenta que, en ocasiones, las licencias repercuten en el propio modelo de negocio de la empresa.
Según Barahona, el software libre también tiene sus consecuencias, así, la sostenibilidad, siendo un modelo radicalmente distinto con el objetivo de conseguir el suficiente dinero. El modo de sostenibilidad es algo muy importante a la hora de crear un proyecto.
Otra consecuencia es la apertura del software, que puede modificarse, inspeccionarse, estudiarse, distribuirse por medio nuevos canales y nuevos métodos, desarrollarse con modelos “sorprendentes”, el mantenerse y soportarse, siendo una verdadera competencia y seguridad. Para el mantenimiento y el soporte existe mucha competencia en el mercado, puesto que en cualquier momento puede llegar otra persona y modificarlo para conseguir cierta mejoría. En cuanto a la seguridad, la seguridad por trasparecía resulta favorable para todos, según Barahona.
Barahona terminó resaltando la existencia de dos mecanismos que se encuentran trabajando a la vez en el marco del software libre: la competencia y la cooperación. Concluyó el Catedrático atribuyendo al software libre la condición de modelo de transparencia neutro.